

Cuando empezamos a plantearnos la construcción o remodelación de un baño normalmente buscamos inspiración a través de imágenes en internet, revistas de decoración, exposiciones en tiendas… y vemos un montón de cosas que nos gustan, pero es a la hora de elegir cuando nos sentimos más perdidos porque en realidad no sabemos los pros y los contras de las cosas que nos gustan y la decisión sobre cómo hacerlo empieza a adquirir dificultad. Es por esto que vamos a intentar arrojar algo de luz e intentar ayudar a través de una serie de artículos sobre los elementos del baño. En este, vamos a abordar la elección del lavabo, qué tipos de lavabos existen en el mercado y cuál puede ser la mejor elección según nuestras necesidades.
Los modelos de lavabos más comunes son los siguientes:
Lavabo con pedestal
El lavabo con pedestal es el tipo de lavabo que está sostenido sobre un pie que oculta la tubería. Es el típico lavabo clásico que hemos visto toda la vida.
Este modelo es bastante útil si disponemos de poco espacio en nuestro cuarto de baño pero suele tener un inconveniente que hay que tener en cuenta si necesitamos almacenaje y es que normalmente no suele haber muchos armarios que se adapten a la perfección y, o bien perdemos mucho espacio por el pedestal al intentar acomodar uno estándar o tenemos que encargar uno a medida, que siempre es considerablemente más caro.

Lavabo sobre encimera

Este lavabo, que se coloca sobre la encimera del mueble del baño, ofrece un montón de posibilidades en cuanto a decoración se refiere, por la gran variedad de formas y diseños que existen, rectos, curvos, cuadrados, rectangulares, tipo bol… También los podemos encontrar en diferentes materiales, colores y texturas, de resina, porcelánicos, de piedra natural… no tienen por qué ser iguales que el mueble del baño y se pueden combinar como más nos guste. Una de las ventajas que tiene este tipo de lavabo es que se gana un montón de espacio en la encimera del mueble ya que ocupa solo un poco de su espacio. También nos proporciona muchas más opciones a la hora de elegir la grifería ya que nos abre un mundo de opciones. Pero como todo, también tiene algún pero y es que su limpieza puede que no resulte tan fácil como en otros modelos.
Lavabo integrado
El lavabo y la encimera constituyen una única pieza. Su estética es más sencilla que la de otros tipos de lavabos y suelen ser blancos de cerámica por lo que su diseño y personalización suele estar bastante limitado. Lo bueno de este tipo de lavabos es que son bastante sencillos de limpiar.

Lavabo de pared

Es un lavabo que va fijado directamente a la pared. No tiene ni pedestal ni mueble debajo. Son perfectos para baños con espacio muy limitado, pero tienen el inconveniente del almacenaje. Esto siempre se puede arreglar con alguna balda de cristal por debajo, que de la apariencia de no quitar espacio y algunas cestas.
Ahora que ya tenemos claro el tipo de lavabos que podemos encontrar y sabemos cómo es cada uno y algunas ventajas e inconvenientes… ¿por cual te decidirías?
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Lavabo de piedra natural de río
Un lavabo de piedra natural aporta esa conexión con la naturaleza y sensación de relajación que tanto necesitamos en nuestro día a día.